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       Dos buenos amigos duermen. Confían el uno en el otro, los caballos eligen a los más cercanos en la manada para dormir la siesta. Demuestran este afecto moviendo las colas para espantar las moscas de la cara de su amigo, con un movimiento acompasado y recíproco. 

artista, escultor, Jose Ignacio Domecq, esculturas en bronce y barro. www.jidomecq.com

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